lunes, 27 de diciembre de 2010

Tarde pensando en nada.

"Cuando se piensa en 'nada' se piensa en muchas cosas"


Me siento extraña, como si la brisa no hiciera ningún efecto en mi cabello.

Me siento como una diosa a la que sus creyentes han olvidado, como una reina de un reino lleno de nada, donde sus vasallos se han convertido en el musgo de un templo derrotado.

Así tristemente me he convertido en desaires de un corazón herido de un soldado sin protección en medio de una batalla...

Se me van los sueños entre amaneceres para volver a media noche, ellos se marchan y yo quedo sola con el musgo de las columnas en mis sandalias.

¿Cuál es este sentimiento? El que me hace sentir profundamente triste, pero el que al mismo tiempo me llena de felicidad. ¿Cuál es? ¿Acaso le llaman consuelo? ¿O es el tiempo ya consumiéndome?

Así, moviéndose hacia todo rincón están las sombras que nunca faltan, una simple descripción de un paisaje sombrío.

Ya he pasado por no sentir nada, soy la reina de una habitación desordenada, acostada en la cama, mirando hacia el techo, diosa de los peluches, animales sin vida y aquel corazón herido no es más que el mío.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Bastan 3 segundos para mentir.

Lo que pasó fue que hace algún tiempo ella se decidió en llamarlo de nuevo.

Se acercaba el día del cumpleaños de él y pensó en hacerle un pequeño detalle, uno común, de los que a él le gustaría o no, eso no importa, el significado era por años anteriores... Más bien, el significado del regalo hubiera valido la pena un año atrás.

Hacía demasiado tiempo no se veían, ni se hablaban porque aunque se vieran en el trabajo un día por semana daba igual, en ese mundo ellos no existían el uno en el otro, ni lo que vivieron juntos a pesar que todos eran cómplices en su relación. Sí, las cosas jamás acabaron bien, a pesar de los intentos de ella para recuperar la amistad.

Resulta que después de casi un año las cosas cambian, él se sentía dichoso de amar una relación y a estar feliz con su nueva mujer, y ella simplemente gozaba de la felicidad intermitente que comienza en su nueva relación.


"Luego hallé más tibio abrigo... Esta rosa fue testigo"

Pero volverlo a ver de una manera diferente, más cercana, después de tanto tiempo sin contacto, fue para remover cenizas, lo que ella menos pretendía porque quería actuar como si nada hubiera pasado, completo error. Aunque ella quería hacer una excepción de tiempo en ese momento (Que la última conversación no sea una discusión) él se negó rotundamente; "¿Por qué actuar cómo si nada hubiera pasado? Si estás acá para que volvamos pierdes tu tiempo".

Al fin y al cabo, hombre.

Le explicó que estaba por su cumpleaños, no pretendía nada... Le explicó y él volvió a decirle lo que sentía, la tristeza, la rabia y la impotencia. Pero quiso seguir ahí, hablando con ella, mientras decía que jamás volvería a pasar algo como eso, que ni por error le cruzaría alguna mirada.

Después de un tiempo hablando, poniéndose al día, ella interrumpe:

- Yo quiero saber si es verdad, dime tú  ¿Acaso se siente algo más entre nosotros? Yo ya no siento nada por ti.

Comienza un leve silencio al tiempo de oír un corazón quebrarse y basto 3 segundos para responder:

- Tienes razón, yo ya no siento nada por ti.

*Basado en hechos reales.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Entre tu ausencia y tu libertad.



  Allí estás… No hay mejor escenario que este, el violeta de un atardecer como cualquier otro y tu silueta balanceándose libremente entre las hojas que caen. La sencillez de rodearte con mis manos para apretar tu cintura contra mí y respirar el olor de tu cabello suelto, rebelde, igual que tu espíritu. 

– Allí estás… Detrás de mí, es inevitable dejarme seducir. Tu aroma a sábados por la mañana es inconfundible  y el anillo de tu mano derecha detectable. Ya de frente, prolongar el saludo hacia tus labios, esos besos sabor a fruta fresca y ahora soy yo quien te rodea. 

–  ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Apareces de la nada nuevamente borrando cada grito de agonía en tu ausencia. Plasmaste en mis recuerdos un ‘adiós’ que para mí fue eterno, pero lo eternal le duró poco cuando veo el brillo de tus ojos. Hoy me dediqué a pensarte, contando todas las veces que desaparecías y aquellas que regresaste.

– Aquí estás, como la última vez que te vi, un poco más pálido y con la mirada profunda. Es como si nunca hubieras desaparecido, como si nunca me hubiera alejado de ti… “Hola, te extrañé”... Y extrañé cada uno de tus recuerdos, viví y volví a ti, como te lo prometí, pero ahora debo partir. 

Otra vez. Te alejas de repente, pero yo me reuso a dejarte ir ¿¡Acaso no te das cuenta que así no puedo más!? ¿¡Que te necesito cerca para amarte y no sentirme en la soledad!? ¡No me dejes! ¡No te vayas!

– ¿Qué pasa? ¿Por qué no me dejas ir? No puedes amarrarme, déjame partir.

Es imposible aferrar aquel que llegó libre a nuestros recuerdos, a nuestra existencia. Es terrible amarrar a un espíritu libre, una escénica espontánea. 

Él la mira y detalla la expresión de su rostro, no puede hacer nada, la abraza fuerte, la besa y por último la deja libre, así como llegó a él, así como la amó desde el principio, porque a él no le pertenece, ella le pertence a su propio destino.

jueves, 21 de octubre de 2010

Ojos de turista.

 Carta a Cartagena de Indias.

Mis días comenzarían como cualquiera si tuviera que despertarme temprano y como siempre me quedaría durmiendo 'cinco minuticos más'. Así pasó hace una semana, pero no, aquel día no era como cualquier otro. Resulta que me invitaron a pasar el día en Cartagena, lo raro es que sería díficil conseguir el permiso de mis papás pero como obra mágica de lo alto me lo concedieron.

Durante el viaje tuve la mejor compañía de todas, incluso tuvimos tiempo de dormir en el camino casi una hora porque la noche anterior no habíamos descansado y despertamos demasiado temprano para disfrutar del día. (Alerta Arrayu'a)

-¿Qué tienes? - Me dijo Melo porque me notó un poco inquieta para acomodarme.
-Es que yo no suelo dormir en los viajes, me quedo despierta viendo el paisaje - (Sin romanticismo aunque parezca).

Definitivamente el sueño me venció y quedé rendida encima de su hombro.

¿Saben cuál era mi emoción? Hace mucho tiempo no viajaba, ni a Santa Marta que también está cerca, no solo eso, créanme cuando les digo que el lugar o el momento no es perfecto si no se disfruta con una excelente compañía. Se juntaron dos pasiones y entre ellas una gota de nostalgia y eso pasó cuando finalmente pisé tierras amuralladas.


Cartagena De Indias

Recuerdo la última vez que te vi y no has cambiado mucho. Tu aroma, tu cielo, tus murallas, tu gente y tu mar siguen siendo un espectáculo de emociones entre lo colonial y lo moderno. De hecho, creo que no has cambiado desde antes de reclamar tu independencia, aún hay caras extranjeras que quieren conocerte y nuestros hermanos africanos han dejado su huella.
Cartagena, me viste crecer en periodos intermitentes y entre ellos siempre me gustó quererte . Porque antes no dejaba de visitarte y me hacia ciudadana de tus tierras, me sentía parte de ellas, de tu gente.
Entonces, esta vez que vuelvo a verte tengo ojos diferentes porque comencé a detallar cada casa, cada estructura, tu arena y tu historia como si los libros se quedaran cortos ante tu belleza. No me engañaron, solo les faltaron palabras para describirte. Hay un pasado que no deja de pintarse en tus andenes y en tu arte.
Las revistas mienten acerca de ti, le venden solo una cara a la humanidad, pero tú eres más que eso, más que mar, más que colonia, más que la esclavitud que sembraron aquellos que ya se fueron... Cada persona es una cara de ti. Hay una ciudad más detrás de tu centro histórico, hay una población que se enorgullece de ti, que no deja de quererte, de cuidarte y trasladarte hacia lugares extranjeros.

Pero ¿sabes, Cartagena? En mi soledad me gusta verte, con mi compañía; me gusta compartirte.

Saludos desde Tierras hermanas. Con mucho cariño.


miércoles, 22 de septiembre de 2010

Una razon para volver...

No me busques, no me encontrarás...
no preguntes por mi, nadie te dará razón...
son palabras necias, no se si lo harás...
pero ya tengo compañia, la soledad...
que viene acompañada de unas cuantas lagrimas...
y me consolarán...
sabras de mi el dia que quieras regresar...
las puertas de mi corazón abiertas encontrarás...
no tardes demasiado pronto el frio llega y todo secará.

By: Miguel

martes, 21 de septiembre de 2010

Días de antaño.


Amanece, lo sabe porque su reloj marca las 6:00 a.m, sin embargo, el cielo no ha cambiado en nada, las mismas nubes y los mismos contrastes como lo vio la noche anterior. Sus pies lánguidos se dirigen silenciosos a la cocina, se sienta en la mesa de madera y prepara un café. El día está frío, igual que la noche, se coloca los calcetines y se abriga bien, toma su pipa y se dispone a salir pero seguro no irá tan lejos, la niebla no le permitirá ver.

Así empieza la mañana de Eugenio de Toledo, después de años en la profunda soledad. Aquella que fue nunca volvió después de una noche como esa mañana, donde las flores secas que ve ahora eran rosales que adornaban las afueras de la casa. Pero eso ya no le afecta porque no recuerda nada, a veces ni su propio nombre por el desuso, ni el golpe en la cabeza cuando cayó de las escaleras, ni la placa que lleva en ella hace más de 25 años. Eugenio ya no vive de recuerdos, de los que nosotros quisieramos olvidar, aunque jamás se le saldrá del corazón y de la mente que alguna vez amó, a ella, a alguna mujer, a quien ahora no tiene cara ni nombre, aquella que por alguna extraña razón no se sorprende de su ausencia.

Hoy Eugenio tiene una visita por la que sin darse cuenta se estuvo preparando. Mientras detalla nuevamente cada grieta de sus manos en las que el tiempo hace su estadía como en el banco en el que está ahora sentado. Se hicieron las 12 del medio día y hay un cielo despejado, él está sentado bajo un árbol a 10m lejos de su casa y depronto lo que parece ser una figura femenina se está acercando a él. Alta, hermosa, con un gran sombrero y guantes en las manos, una elegancia innata y una mirada seductora se sienta a su lado y lo mira directamente a sus ojos, con esa ternura inalcanzable inspirada en la imagen del recuerdo.

"Aunque tu cabello ahora tiene un tono plateado y tu rostro se haya envejecido eres el mismo, Eugenio, aún veo tu sonrisa cálida en medio de la niebla fría y éstas pupilas que el tiempo ha hecho caer no dejan de reflejar tu mirada, aquella que me enamoró".

Eugenio queda paralizado ante tal comentario pero aquella voz le infunde una pequeña paz en su interior, la dulzura en cada palabra que sale de los labios rojos de aquella mujer lo hace sentir vivo en medio de rosales muertos, lo hace sentir acompañado en medio de su soledad. Un 'algo'. Algún recuerdo, que no sabe cómo, no sabe porqué y sus lágrimas de un sentimiento impotente comienzan a caer, el corazón se estremece por un pasado que no recuerda.

"No, amor mío, no debes llorar por aquello que sucedió hace mucho tiempo... Fue solo un accidente, yo sé que estás bien ahora, sin ese recuerdo espantoso. Pero debemos irnos ya, está oscureciendo y el tiempo se nos acaba".

No pasó mucho más y Eugenio se levanta de su asiento, acompañado de la mujer que lo ayuda a caminar y él no deja de verla sin sonreír, entonces sus pequeños labios quebrados se permiten hablar.

"Sabía que algún día volverías, por eso no tenía prisa, solo necesitaba que pasaran los años para volver a verte como la última vez. Lamento tanto tu muerte, toda la vida. Pero hoy estás distinta..."

A lo lejos se podía ver como un pequeño hombre marcado por los años caminaba solo hacia la neblina, Eugenio, a quien se le apareció la muerte en su pasado, con el recuerdo más bonito que tenía.


sábado, 18 de septiembre de 2010

Theraq Ashler Nodar

Porque lo mejor se hace esperar...

Y así es como recibe su sorpresa el señor Theraq Ashler Nodar, más conocido en el bajo mundo de la tuitósfera como @Theraq ... Y es que usted me perdonará si es verdad pero no sé si su nombre real sea ese (Le agradecería que me despeje la dudita).


Resulta, pasa y acontece que el día que quise... Bueno, no, no hablemos de mí... hablemos de este personaje que tiene mucho que contarnos desde sus 'Especulaciones' hasta sus 'Trabucos y Trovas' porque es sorprendente, hasta para mí, cruzarme con una persona que... Es decir, lo que se ve tan sorprendente es cómo puede una persona... ¡Carajo! Lo que quiero decir es que ver el señor Theraq a través de mis ojos es ver una parte de mí y es que todos, como humanos, tenemos algo en común, lo que sea... El cuento es que este man, este pela'o, este twitteramigo, que conocí hace poco en la 'red social que nadie conoce' refleja muchas partes de cada quien por medio de sus escritos, sus historias, cada línea que veo plasmada en lo que acogió como un medio de especulación se lee con una particular elegancia, con pequeños trocitos de hostilidad, tal vez picardía, también amabilidad, una mezcla explicada en pasión, tal vez no a escribir, pero es una paradoja, porque es vivir lo que ha escrito y viceversa, no necesariamente vivirlo en carne propia, pero es ahí donde le coloca el sentimiento a cada cosa que ha escrito, que para mí se cruza totalmente con lo que cualquiera puede sentir. Lo siento mucho por tanta sensibilidad, pero ese es mi toque (a veces).

¡Endulzar a mi #BloggerSecreto es cosa seria!



Y es que al principio todo pareció tan fácil, la endulzada más envidiable de la época te la llevaste tú (a parte de la historia de @State_0f_mind con su #BloggerSecreto).

Haberte leído, las pocas veces que he leído, fue un total placer... Y ya sé que no es mucho, pero espero sea esta entradita de tu agrado.

Gracias por compartir siempre tu punto de vista al respecto de cualquier cosa.

Porque bien digo, después de leerlo, para mí, el nombre es puro misterio...

"Escritor, diseñador, cantante, músico, chef, hacedor de nada; Interpretador, engatusador, especulador y soñador; varios años de más y otros de menos con tendencia al existencialismo, al antimodernismo, a la decencia y a la pataletura."

martes, 14 de septiembre de 2010

Ya no hay cuarto de San Alejo.

Porque estoy preparando una cama para ti, en mis pensamientos, un rincón bien grande, no será con todas las comodidades pero jamás te faltará agua. Un sofá, un cojín y un tapete que diga “Bienvenido”.

Las veces que quieras venir, todas las que quieras porque te dejaré la puerta abierta o una llave en la matera para cuando quieras entrar, podrás sentarte, dormir, tomar una malteada.

Siéntate, ponte cómodo, te presto libros si quieres, revistas…
Ponte cómodo, quitaré el reloj de la pared, del tiempo no necesitamos saber…

Miraremos el cielo si quieres.

Te prestaré una cobija para cuando tengas frío, armaremos una fogata y todas las noches podrás ver las estrellas, lo prometo.

Pero mira, es un rincón dentro de mí, ese será tu espacio… Dime si lo aceptas y pintaré la habitación con tu color preferido.



viernes, 3 de septiembre de 2010

Una llamada.

“…Llegó la tarde, pero nunca trajo consigo a aquella que él llamaba ‘Amada’ y que le había sido prometida alguna vez. Él en su agonía solo quería dormir para nunca más despertar y no sentir que la tarde le había robado lo que el más quería: un suspiro de paz y tranquilidad bajo unas luces opacas de una habitación.

Cuando cayó la tarde también se derrumbaron aquellas viejas ideas, pero hasta entonces bien cimentadas, lo que sería la tan anhelada felicidad, para muchos esquiva, también para él.

Lo único que le quedaba era un ‘adiós’, que aún no sabía cómo, cuándo y para qué lo utilizaría: para deshacerse de sus temores o de lo que ya nunca más tendría.

Eran los últimos aces de luz del día y él deseaba que allí estuviera ella, escondida entre ellos, como solía hacerle las bromas en tardes de soles calidos, dándole esperanzas a aquel que no fue más que uno de esos días.

Se apagaba la luz de aquel día y de igual forma se desvanecían sus ansias de verle de nuevo, una vez más, aunque fuese lo único interesante que hiciese para el resto de su vida; como alguien una vez lo dijo, esto no es más que ‘la crónica de una muerte anunciada’.

Era la hora de decir ‘adiós’ pero él aún no sabía por qué; debía tomar fuerza, aunque eso no fuera suficiente. Algunos decían que lo habían visto caminar como un loco por las calles, pero tan solo recorría los pasos que una vez juntos caminaron; recordaba aquella botella de vino que no alcanzó a comprar, ya era demasiado tarde, el tiempo y una llamada acabaría con su apasionado agasajo, claro, no era nada comparado con lo que ella solía sorprenderlo…


By: Miguel

jueves, 2 de septiembre de 2010

Día...Noche...Día

He dejado de ser yo para convertirme en
tus pensamientos ¿Qué no debería
pedirte que me devolvieras mi vida?
¡Pues no!

Quiero seguir siendo tus pensamientos
para no salir de ti; y el día que eso
suceda será el día que dejes de
pensar.

Así que nunca me busques, no me busques
más a tu lado, no estaré allí.
No me busques detrás de ti, allí no
estaré. Ni siquiera intentes buscarme
arriba de ti, pues allí solo está
Dios. ¡No me busque más!

¡Espera! ¡No te sientas mal!

Búscame en tu CORAZÓN que es donde
habitaré. Búscame en tu mente, que es
donde suelo reposar en las tardes.
Búscame en lo más profundo de TU SER.

¡Allí estaré hablando con Dios de ti!

By: Miguel

¡Magia es lo que se vive y se siente al lado tuyo!

Cautivaste mi corazón, hermana y novia mía,
con una mirada de tus ojos;
con una vuelta de tu collar
cautivaste mi corazón.

¡Cuán delicioso es tu amor,
hermana y novia mía!

¡Más agradable que el vino es tu amor
y más que toda especie
la fragancia de tu perfume!

Tus labios, novia mía, destilan miel;
leche y miel escondes bajo la lengua
cual fragancia del Libano
es la fragancia de tus vestidos.

Cantares 4: 9 - 11

¡No puedo disimular lo feliz que soy contigo!

Siento que se acabaron las
palabras y mis letras en vanas
ilusiones, en espejismos que
desaparecieron como la bruma.

Pero ¿las ganas de amar? a
tu lado se han incrementado.

Que sea Él quien
siga cuidando de este jardín
cuya flor más hermosa eres
¡TÚ!

"Engañoso es el encanto y
pasajera la belleza; la
mujer que teme al Señor
es digna de alabanza" Prov 31:30

Papel arrugado.

Disculpas te pido por no quererte
como lo mereces, sólo hago mi mejor esfuerzo.

Disculpa por no acariciarte con
la suavidad y cuidado merecido,
trato de coordinar lo mejor posible
mis manos ¡Tú me pones nervioso!

Disculpa por no saber tratarte, a veces
no sé si hacer lo que tu quieres o
lo que quiero darte.

Disculpa la simplicidad de esta
nota, y lo arrugado del papel;
aunque lo enonctré arrugado sirvió
para que te enteraras de lo que siento.

Disculpa si no soy el mejor hombre,
intento complacerte en todo.

De verdad mis disculpas por querer
hacerte feliz, tu felicidad
representa felicidad para mi.

¡Disculpa por quererte
más de lo que puedo!

TKD.

Enero 1

Quisiera escribir las mejores palabras
unas que fueran compañeras de tu belleza

Quisiera tener las mejores ideas del mundo
unas que siguieran tus parametros sin fin

Pero lo único que tengo es un corazón
dispuesto a amarte y a compartir lo mejor
de si con lo mejor de ti.

Nosé si alcance pero es lo que tengo.

lunes, 9 de agosto de 2010

Necesito a alguien.

Que me escuche,
Que pueda decirle quién soy y de donde vengo sin necesidad que se asombre.

Necesito a alguien para exponerle mi pecho, mi corazón, los benditos desastres que llamamos sentimiento y que no tenga la necesidad de tocarle.

Lo necesito de esa forma, desnudarle mi vida y lo que en este momento me intriga, solo quiero que escuche.

Que escuche y de vez en cuando un “todo saldrá bien” o “Ajá”. Saber que está ahí.

No necesito que me mire y que trate de ser un héroe para mí.

No necesito que se involucre en mi vida, solo quiero que lo que le diga no le haga daño.

Solo necesito que no me juzgue, no que me quiera, solo lo suficiente para prestar atención a mis palabras.

Tengo la necesidad de decirle que me duele la vida, que me atropellan el alma.

Necesito un extraño, que no sepa de mí, que no me conozca.

Necesito un tequila, otro trago…Un buen libro y un lápiz.

La necesidad de necesitarle me abruma.

Necesito a alguien, que me escuche,
Que pueda decirle a donde quiero ir y a donde he llegado.

Necesito a alguien que me olvide y yo termine olvidándolo.

Yo creo que terminaré conformándome con un papel que se pierda en la basura, que lo reciclen en el barrio.

Y lo menos que necesito es que alguien se ofrezca a complacer lo que he pedido.

sábado, 7 de agosto de 2010

Pequeña.

Se fueron mis ganas al piso
al tiempo que el día se hacía cada vez más oscuro.

Se fueron las ganas y con ellas mi orgullo,
la falta de sueño y el desazón de perderla.


La palidez de sus manos y el calor que le falta,

Se le fueron las ganas al piso, quiso perder su infancia.


La vi, una vez, bajo el perfume fastidioso de enfermeras y doctores.

La vi, casi desnuda, perdiendo una batalla muy dura.


Abrí los brazos al verla,

Mostré mi cara de espanto.


Y ella, tan dulce en la fragilidad de su pequeño cuerpo,

Desnuda una lágrima y acaricia mi mano.


Volvió esa noche y la pequeña nostalgia

Ahora clavo un recuadro, su recuerdo no falta.


Se me fueron las ganas del café,

Se me fueron sus risas.


Se fueron, y para ese tiempo,

Las ganas de jugar con ella y la brisa.

martes, 29 de junio de 2010

Tú.

Quiero vestirte de tonos cálidos.

Quiero pintar la luna del color de las estrellas, de todas ellas, la más bella.

Quiero saber a qué saben tus manos acariciando la noche bajo la fogata, ahora fría.

Cerrar los ojos y vender el alma a la humanidad que la destruye.

Cerrar los ojos y regalar el alma a tus pasos tembloros que vuelan en un avismo.

Callar y oir tu aliento por pedacitos.

Entrar a tu pecho y robarme algo que nunca ha sido tuyo.

Cavar los túneles que llevan al cielo, robar un recuerdo que posa en la aurora.

Permitéme vestirte de tonos cálidos, un atardecer en la playa, mil litros de sangre y una cascada de lágrimas.

Respira, mira tú... Mi sombra se ha ido de mí.

Rodearon tu rostro los reflejos...

De todos ellos, el más bello.

martes, 22 de junio de 2010

Siempre estamos solos.


"Yo quiero llorar a veces furiosamente
por no sé qué, por algo,
porque no es posible poseerte, poseer nada,
dejar de estar solo."
Jaime Sabines.


El amor es perdernos;
estar solos,
solos sin nosotros mismos;
es robarnos al otro
y protegernos la espalda para que no nos
hagan lo mismo.

El amor es ser huésped en otro,
servir de refugio a otro,
es invasión de privacía;
por eso la culpa, la vergüenza,
el regocijo propio.

El amor es callar,
es la palabra que grita el mudo en el oído del
sordo,
el paisaje que miran los ciegos,
es la sombra que alumbra las sombras,
la piedra empujando al viento,
la fogata encendida en la corriente del río.

El amor es el sentido, no el sexto, ni el
séptimo, es el sentido;
el único, el más confuso, el más vivo.

El amor teje alas que se estrellan en los
techos y se van,
se van volando rotas.

Es nada, el amor es nada, ni siquiera
eso. Es nada.

El amor no completa, quita;
por eso la búsqueda insaciable,
la que no encuentra,
por eso la necesidad, los celos, la rabia.
El amor es estarse acabando el uno al otro como se acaba el mar,
por eso los besos contra la pared,
por eso el llanto sin sal, sin agua,
ese llanto seco que golpea en la garganta.

El amor es buscarnos donde nos
abandonamos: en el otro. Por eso
huimos, corremos,
nos vamos como ciegos en medio de un
desierto de gritos.
El amor es soledad. Ante todo es soledad,
porque estamos sin nosotros mismos;
es soledad poblada por voces ajenas,
por secretos que no nos pertenecen.

¡Recoger ternura hasta que se nos
doblan las manos, eso es el amor!
¡No existe el amor,
por eso creemos en él!

No hay nada detrás del amor,
por eso es inútil cavar con caricias en su
cuerpo.
No hay nada,
sólo queda la mecedora del recuerdo y el
olvido,
los ojos abiertos de la viudez,
un insomnio,
un alma tuerta,
un corazón cojo,
y la búsqueda final por nuestra soledad,
la otra, la que perdimos,
la que ofrecimos por amor al otro,
la que regalamos,
hasta que vuelve acompañada de ese llanto
caudaloso,
de agua, de sal, de hielo, de cascada libre;
ese llanto que se hace en los que están
acompañados de sí mismos,
sin amor, sin el otro,
¡solos!


Ricardo Dávila Díaz Flores

viernes, 18 de junio de 2010

Solo las hay.

Hay cosas terribles en la vida y una de ellas es olvidar un amigo y ser olvidado.

Hay cosas terribles y maravillosas como perder una madre y recibir un nuevo hijo.

Hay cosas tan maravillosas como no tener la necesidad de orar para que salga el sol al día siguiente.

Y a veces resulta que terminamos disfrutando situaciones incómodas porque de verdad lo sentimos.

Es terrible perder las llaves del carro.
Es terrible ensuciarte la ropa blanca.
Es terrible no tener un techo bajo el cual dormir.
Amanecer ciego.
Ahogarse en llanto.
Perder la perspectiva, eso es terrible.

Caminar y dibujar con tus dedos el borde del pasamanos, la silueta de los árboles, la forma de sus manos, las manos de él/ella, las manos de tu hermano (a). Eso es maravilloso.

Y lo más lindo es recibir un algo que te alegra sin condición. Ese "algo" que no esperabas, pero que está ahí para alegrarte, eso es maravilloso.

Agradecer, muchas veces olvidamos eso. Es maravilloso recibir un "gracias" en una sonrisa, en un beso, en una mirada. Es maravilloso entregar una sonrisa indescriptible mientras decimos gracias. Por este día. Por esta comida. Por encontrar las llaves. Por mis manos.

Pero hay algo más maravilloso que eso. Sentir.





miércoles, 16 de junio de 2010

Me aburrí del gris del cielo.

Me cansé de esta misma matiz.

Hoy en la oscuridad de mi habitación, lugar que a las 5 de la tarde aún debería tener luz, reinó la espantosa idea de un sepelio ¿Por qué? El cielo estaba colmado por nubes grises, diágnostico de lluvia, pero peor aún; no llovió. Imaginense la perfección de la escena, resaltando el color de las coronas y el marrón del ataud contrastado por trajes negros y rostros lúgrubes.
Me aburrí de esa escena.

Con la tristeza que representaba el cielo, se respira en el ambiente y se marca en las situaciones que viví hoy, el significado del día 16, las llamadas de discución, imaginense en qué lugar del armario habré guardado el ánimo.
Me cansé de mi armario.

A pesar de todo, se me salieron un par de sonrisas, me distraje leyendo, mantuve mi mente ocupada y recordé que ayer algo me decía que este día tendría algo diferente, ese "no sé qué". Si hay algo que me gusta son las sorpresas pero no todo llega a las manos de uno, muchas veces toca buscarlo, y lo encontré, en un buen lugar. Entonces, me dediqué a escuchar: Todas las cosas tienen una razón de ser y la culpa no es de terceros, no es de Dios, no es del diablo, no es del vecino, ni de mis padres, ni del gris del cielo. Todo se enfrasca en mí y como yo me siento, de esa manera crearé mis propios problemas y de esa misma manera podré o no resolverlos.
Aburrida de mí no estoy.

¿Saben qué aprendí hoy? Que a veces, cuando nos volvemos religiosos creemos que Dios es empleado nuestro, lo culpamos de la razón de ser de nuestros días, esperamos que haga lo que le pidamos, esperamos que nos cambie el mal humor. Pero el que no lo es, quien no es religioso, sabe que Dios no trabaja para él y allí es cuando comienza a actuar, por eso contrastamos la felicidad de otros con la tristeza de nosotros mismos.

Yo no sé ustedes, pero yo tengo un motivo por el cual sonreir hoy. El día se mantendrá gris si quiere, sin embargo yo utilizaré un pincel de colores para pintarme la cara. Los problemas no han desaparecido, pero adquiero una actitud correspondiente para encararlos, nadie los resolverá por mí. Aprendemos, lo sé, acerca de todo y de vivir, "si quieres mantener los mismos zapatos, deberías dejar de caminar para conservarlos", entonces no se trata de detenerse, ni de buscar un culpable, (los zapatos se acabarán y mientras tanto disfrutaras de ellos) todo se trata de seguir y de contrastar ese gris.

Es de humanos errar, pero las derrotas no son para vivir en ellas y un día gris no será para siempre.

lunes, 14 de junio de 2010

Vendí un mal recuerdo.

A las doce del mediodía
mientras tu cara de ansias se llenaba,
cambié tu sonrisa por una historia
una historia por pan rancio.

Vendí tres horas de dolor
en tres párrafos amargos
frente mío, mientras leías
tus ojos estaban sangrando.

De nada sirve no verte,
no oirte, si siento desde adentro
tu corazón quebrarse al paso de los versos,
coloqué fantasmas de él en tus recuerdos.

Una fila innumerable de verdades
Palpando la desnudes de mis dolores,
pero dime tú qué querías con tal cosa
¿Mantener un mal recuerdo en tu memoria?

Vendí un mal recuerdo
lo cambié por un pan rancio
regalé mis verdades, amargas como el vino
y así me recibiste, con una historia.
Estoy más que agradecida.

sábado, 29 de mayo de 2010

Ojos abiertos.

De estas mañanas con repentina lluvia se me ha vuelto la cabeza una algarabía de pensamientos y entre ellos se cuelan las noches que he pasado despierta “mirando” la penumbra y resulta una chispa viva dentro de mi cabeza, inmediatamente el recuerdo de mi piel viaja a la suavidad de las sábanas de mi cama, el frío de la noche y la oscuridad absoluta ¡Y si supieran cómo se siente eso!

Sin más, se crea una película: comienzas escuchando rezos absurdos a lo lejos “¿Estaré en una iglesia?” La cálida voz que solo un cura sabrá expresar intercediendo por un alma y los llantos han pasado a estremecerte “¡Condenada pesadilla que estoy viviendo!” Pero aquellas voces se alejan mientras suena, lo que parece ser una puerta, has vivido la descripción del silencio cuando estás convencido de que estás vivo porque escuchas más que tu respiración y tu corazón palpitando.

Aún tienes la confianza estúpida de que es un sueño, sin embargo al parpadear notas que tus ojos siguen abiertos, la confusión comienza a reinar tu cabeza, clavas las manos a los costados intentando rescatar alguna silueta conocida pero notas lo estrecho que está todo, “Alguna salida” y se desata el ardor profundo de tus inseguridades al tiempo de maldecir la situación “¿¡Qué demonios pasa!?” entonces comprendes tu cárcel e incrustas tus manos al techo de 15 centímetros de altura, te clavas perfectamente para empezar una lucha con la madera fornida, tus manos marchando al ritmo acelerado del corazón al momento que la adrenalina recorre cada una de tus extremidades. La desesperación que comienza a desahogarse en gritos ahogados por las paredes del ataúd y pensar que al abrir tus ojos solo vez oscuridad absoluta, que la misma desesperación saca con intensidad lágrimas de tus ojos y tus brazos ya están astillados por rasgar la madera, que tus uñas se han perdido entre tanta sangre y las piernas ya no las sientes tuyas, que la angustia estrangula tu garganta y aún no ves un estúpido destello de luz ¡Pero ahora no le dices estúpida a tu salvación cuando la necesitas! Y ya no entiendes cómo pero lograste romper el armazón y has tragado kilos de arena, se te ha embutido en las heridas, tal vez la única forma de salir sería un milagro y lo ruegas con ansias... Todo por decirle al mundo que aún sigues vivo.