miércoles, 16 de junio de 2010

Me aburrí del gris del cielo.

Me cansé de esta misma matiz.

Hoy en la oscuridad de mi habitación, lugar que a las 5 de la tarde aún debería tener luz, reinó la espantosa idea de un sepelio ¿Por qué? El cielo estaba colmado por nubes grises, diágnostico de lluvia, pero peor aún; no llovió. Imaginense la perfección de la escena, resaltando el color de las coronas y el marrón del ataud contrastado por trajes negros y rostros lúgrubes.
Me aburrí de esa escena.

Con la tristeza que representaba el cielo, se respira en el ambiente y se marca en las situaciones que viví hoy, el significado del día 16, las llamadas de discución, imaginense en qué lugar del armario habré guardado el ánimo.
Me cansé de mi armario.

A pesar de todo, se me salieron un par de sonrisas, me distraje leyendo, mantuve mi mente ocupada y recordé que ayer algo me decía que este día tendría algo diferente, ese "no sé qué". Si hay algo que me gusta son las sorpresas pero no todo llega a las manos de uno, muchas veces toca buscarlo, y lo encontré, en un buen lugar. Entonces, me dediqué a escuchar: Todas las cosas tienen una razón de ser y la culpa no es de terceros, no es de Dios, no es del diablo, no es del vecino, ni de mis padres, ni del gris del cielo. Todo se enfrasca en mí y como yo me siento, de esa manera crearé mis propios problemas y de esa misma manera podré o no resolverlos.
Aburrida de mí no estoy.

¿Saben qué aprendí hoy? Que a veces, cuando nos volvemos religiosos creemos que Dios es empleado nuestro, lo culpamos de la razón de ser de nuestros días, esperamos que haga lo que le pidamos, esperamos que nos cambie el mal humor. Pero el que no lo es, quien no es religioso, sabe que Dios no trabaja para él y allí es cuando comienza a actuar, por eso contrastamos la felicidad de otros con la tristeza de nosotros mismos.

Yo no sé ustedes, pero yo tengo un motivo por el cual sonreir hoy. El día se mantendrá gris si quiere, sin embargo yo utilizaré un pincel de colores para pintarme la cara. Los problemas no han desaparecido, pero adquiero una actitud correspondiente para encararlos, nadie los resolverá por mí. Aprendemos, lo sé, acerca de todo y de vivir, "si quieres mantener los mismos zapatos, deberías dejar de caminar para conservarlos", entonces no se trata de detenerse, ni de buscar un culpable, (los zapatos se acabarán y mientras tanto disfrutaras de ellos) todo se trata de seguir y de contrastar ese gris.

Es de humanos errar, pero las derrotas no son para vivir en ellas y un día gris no será para siempre.

2 comentarios:

  1. Es muy cierto, no podemos dejarnos vencer por las viscicitudes ¡Si el día está gris le pintamos color! la felicidad es cuestión de actitud :)

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  2. me gusto mucho esta luz de tu mente , te enseña mucho :) ta bueno (y)mis mas sinceras felicitaciones me sorprendes mucho XD

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