Cautivaste mi corazón, hermana y novia mía,
con una mirada de tus ojos;
con una vuelta de tu collar
cautivaste mi corazón.
¡Cuán delicioso es tu amor,
hermana y novia mía!
¡Más agradable que el vino es tu amor
y más que toda especie
la fragancia de tu perfume!
Tus labios, novia mía, destilan miel;
leche y miel escondes bajo la lengua
cual fragancia del Libano
es la fragancia de tus vestidos.
Cantares 4: 9 - 11
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